Tras el reciente fichaje estrella de Villa por parte del F.C. Barcelona he creído conveniente hacer un pequeño homenaje a todos mis compatriotas asturianos que vistieron la camiseta de este gran club. Algunos son de sobra conocidos por el aficionado medio y han hecho historia (llegando incluso a capitanes) y otros han realizado una contribución más modesta, pero estoy en condiciones de asegurar que todos ellos han defendido con honor y dignidad la zamarra blaugrana. Vamos a ello pues:
Herrerita, Emilín y Riera (1939-1940)
Estos tres jugadores llegaron en calidad de cedidos a Barcelona al término de la Guerra Civil, puesto que el Oviedo no pudo participar en esta edición del campeonato tras ser destruido el campo de Buenavista en la contienda. De ellos el más destacado fue Herrerita, para algunos el mejor futbolista que ha existido en el Principado.
Herrerita se formó en varios clubes de Gijón, fichando por el Sporting con 16 años y traspasado posteriormente al Oviedo en 1933 por 30 mil pesetas, una cifra altísima en la época, solo superada por el traspaso de Zamora al Maligno. Es toda una leyenda del oviedismo, club en el que militó toda su carrera exceptuando su año en Barcelona y un último año en el Sporting, tras el cual volvió al Oviedo en calidad de ayudante del entrenador. Falleció en 1991
Emilín fue otro de los militantes de la llamada delantera eléctrica azul, que lideraba el propio Herrerita. Al igual que el primero militó toda su carrera en Oviedo excepto durante su cesión en Barcelona y un año de retiro en el Sporting, con la diferencia de que este jugador si se formó en la cantera azul. El club azulgrana ofreció la galáctica cifra de 500 mil pesetas por ambos jugadores, oferta que fue rechazada de inmediato por los carbayones. Sobre Riera, es un jugador del que poco ha trascendido, no obstante contribuyó también a que el Barça evitara el descenso esa temporada, manteniendo el honor de ser uno de los pocos clubes que ha jugado siempre en la máxima categoría, honor que conserva hoy y lo hará por siempre.
Mandi (1954-1958)
Extremo derecha del Oviedo, llegó al club a cambio de una operación al más puro estilo NBA y muy en boga en aquellos días: Aloy y Ferrer ficharon por el club azul y Duró se fue en calidad de cedido. Este hábil extremo contribuyó a que el club logrará una Copa en el año 1957 en unos años en los que el club pasó un pequeño bache en lo que a títulos se refiere, tras el mítico año de las Cinco Copas y antes de lograr un doblete en 1959.
Marcial (1969-1977)
Centrocampista que, curiosamente, nunca militó en ninguno de los grandes clubes asturianos. Debutó con el Elche en Primera hasta que fichó en 1966 por el Espanyol, desestimando ofertas de Barça, Madrid e Inter (ilimitado número de (?))
Sin embargo, los pericos perderían la categoría en 1969, lo que propiciará la marcha del jugador al club culé (a quién no se le dibuja una sonrisilla boba imaginando al berberecho contemplando esta situación, eh?) Tuvo el honor de participar en la Liga de 1974 liderada por el Presidente de Honor del club, año en el que además fue segundo máximo realizador del campeonato. Por desgracia, salió por la puerta de atrás con rumbo al Vicente Calderón tras ser pillado tocando los bongos con el ilustre Charly Rexach (?). En 1980 colgó las botas en el club colchonero.
Enrique Castro “Quini” (1980-1984)
Historia viva del Sporting de Gijón, del Barça y del fútbol español, no creo que necesite presentación. Tras una prolífica carrera en el club rojiblanco (consiguió cinco trofeos Pichichi, tres en Segunda y dos en Primera) acabó fichando por el club azulgrana tras el pago de la entonces astronómica cifra de 82 millones de pesetas (años antes el club asturiano rechazó una oferta de 40 millones que acabó subiendo a 50, vive Santi Nolla) Pese a su veteranía el jugador hizo historia en el club ganando dos Copas (una de ellas anotando dos goles en la final ante el equipo de sus amores, el Sporting), una Carling Cup, una Recopa y una Supercopa Española, amen de dos trofeos Pichichi más.
Por desgracia el bueno de Quini sufrió en sus propias carnes el fatalismo blaugrana de la época en forma del tristemente célebre secuestro que duró casi un mes, y sin el cual es muy probable que el equipo se hubiera proclamado campeón de Liga. Yéndonos a algo más positivo, en su haber está haber logrado el gol 3000 del Barça en la Liga, en enero del 82 ante el Castellón en el Camp Nou. Fue un fichaje discutido por su edad (llegó con 35 años y se fue con 52, según estimaciones de la prensa de la época) pero a día de hoy todos (Bojan incluido) saben lo importante que fue para la entidad.
Tras su marcha del club volvió al Sporting donde jugó otros 3 años siendo, curiosamente, su último partido contra el F.C. Barcelona. En la actualidad ejerce de delegado en el club rojiblanco, etapa durante la cual ha superado un cáncer del que fue tratado en su segunda casa, Barcelona. Inolvidable el partido del último ascenso sportinguista en el que El Molinón le coreó el “Ahora Quini ahora” (cántico que nació para apoyarle durante esta dura lucha) entre las lagrimas de emoción de toda la parroquia rojiblanca y las suyas propias. Para muchos, el mejor futbolista asturiano de la historia de quien presumo tener el honor de haber conocido en persona cuando el que aquí suscribe era un guaje
Enrique Morán (1981-1984)
Compañero de Quini en el equipo blaugrana durante 3 años llego procedente del Real Betis aunque se formó en la cantera del Real Sporting. Extremo de gran velocidad y habilidad, consiguió con el club el mismo palmarés que el célebre ariete con la excepción de la Copa de 1980, lógicamente. Una vez finalizada su etapa blaugrana fue a retirarse a la Meseta Central, primero en el Atlético y luego en el Alcalá
Julio Alberto (1982-1991)
El jugador asturiano que ha permanecido más tiempo en el club azulgrana. Veloz y aguerrido lateral, llegó procedente del Atlético de Madrid en el que se formó (de nuevo estamos ante un jugador que nunca militó en los dos grandes clubes asturianos) junto a Marcos Alonso. En estos 9 años conquistó varios títulos importantes entre los que destacan la Liga de Venables y el “Urruti t’estimo” y la primera Liga del Dream Team de Cruyff, amen de tres Copas, dos Copas de la Liga, una Supercopa y una Recopa.
Sin embargo se fue con la espina clavada de la Copa de Europa, puesto que estuvo presente en la fatídica final del 86 ante el Steaua y colgó las botas un año antes de la conquita de la Primera en Wembley. Una vez retirado varias depresiones y problemas personales le hicieron caer en las drogas de las que, afortunadamente, logró salir unos años después (aunque dejó para la posteridad una impagable foto con Maradona en un partido contra la droga, algo que solo podría ser superado por un video de Nacho Vidal defendiendo el llegar virgen al matrimonio).
Tras su rehabilitación colaboró con la Fundació F.C. Barcelona y con otras fundaciones de ayuda contra la drogadicción y se ha eregido en una especie de icono para muchos que intentan salir de ese oscuro mundo. Como último dato, administra un blog desde hace unos meses y en el que a día de hoy sigue escribiendo: http://julioalberto.typepad.com/
Iván Iglesias (1993-1995)
Jugador fichado por Cruyff procedente del Sporting en pleno acuerdo de colaboración con el club rojiblanco (el Barça cedió al hispano-danés Christiansen, por entonces una de las perlas del filial, al Sporting como parte del traspaso) Mediocentro bregador, su papel fue más bien secundario en el equipo que ganó la última Liga del Dream Team, no obstante tuvo su momento de gloria cerrando la goleada en el famoso 5-0 al Madrid.
En plena decadencia del Dream Team volvió al Sporting para, un año después, fichar por el eterno rival, el Oviedo, lo que fue considerado una traición por toda la parroquia rojiblanca. 4 años después abandonaría el club e iniciaría una serie de curiosos periplos por Rayo Vallecano, Cartagonova, el Metrostars de USA hasta que colgó las botas en el Oviedo ACF (equipo de barrio de que fue promocionado por el Ayuntamiento de la ciudad como sustituto del Oviedo dada la complicada situación económica de este. Dicho club ya no existe como tal y volvió a su antigua denominación, Astur C.F) El último favor de Iván al Barça fue recomendar a Villa que fichara por este club, cosa que ha acabado sucediendo.
Abelardo Fernández (1994-2002)
Formado también en el Sporting fichó por el Barça en pleno tardo-cruyffismo. Apodado “El Pitu” fue un central contundente y con buena salida de balón que se convirtió en un fijo en las alineaciones para todos los entrenadores que tuvo (Cruyff, Robson, Van Gaal) hasta que llegó su declive, junto con el de todo el equipo, en pleno Gaspartismo. Dejó un buen recuerdo en el aficionado medio blaugrana y en su palmarés quedan dos Ligas, dos Copas, una Recopa, dos Supercopas españolas y una Europea, a añadir al Oro Olímpico logrado también en la ciudad de Barcelona. Antes de retirarse por problemas en la rodilla militó un año en el Alavés.
Pocos años después obtendría el título de entrenador y comenzaría a dirigir equipos en las categorías inferiores del Sporting hasta llegar al equipo filial al que entrenó durante año y medio antes de ser destituido por los malos resultados. En la actualidad dirige al Candás, de la Tercera División asturiana.
Luis Enrique Martínez (1996-2004)
Formado en el Real Sporting, fue reclutado por las hordas del mal a cambio de unos suculentos 250 millones de la época. Militó durante 5 años en el Maligno en el que logró el increíble palmarés (?) de una Liga, una Copa y una Supercopa, aunque la imagen que ha quedado en la memoria colectiva de Lucho vestido de blanco fue la de su llanto con la nariz rota en un Italia – España del Mundial 94. Una vez finalizado este periodo Luis Enrique se redimió negándose a renovar por el Maligno y fichando libre por el F.C. Barcelona, haciendo oídos sordos a la petición de Capello por contar con sus servicios.
En el Barça coincidió con su paisano y ex compañero Abelardo, con el que además se proclamó campeón Olímpico en Barcelona’92, y con el actual entrenador Pep Guardiola, también medalla de oro en dicha cita. Centrocampista pechocaliente y polivalente se decía que podía jugar en cualquier posición menos de portero y de central y así fue, convirtiéndose en uno de los jugadores más emblemáticos de la plantilla, uno de los favoritos de la afición y en una pieza fundamental para todos los entrenadores que pasaron por el club. Su balance de títulos es idéntico al del Pitu, balance algo pobre consecuencia de haber sufrido de lleno la era Gaspart. Ya con el mejor president..... este, con Laporta en el palco y el otro hombre clave en la vuelta del equipo a la elite, Frank Rijkaard, en el banquillo, Lucho afrontó su última temporada en activo como capitán del equipo. El club le ofreció una renovación por un año más pero el asturiano la rechazó al considerar que ya no estaba al nivel adecuado para jugar en un equipo como éste, entregando así la capitanía a Carles Puyol, que con el tiempo se ha convertido en el capitán con más éxitos de la historia del club.
Ídolo personal del autor de este tochaco, antimadridista confeso (ha manifestado que ya no se ve de blanco ni en los cromos) y siempre acordándose de su querido Sporting (nunca celebró los goles en El Molinón como visitante) participó en varias carreras de resistencia tras su retirada. Esta experiencia le ha servido de cara a planificar trabajos físicos en el equipo que ejerce de entrenador que, como todos sabemos, es el Barça Atletic, del que tomó las riendas tras el nombramiento de Guardiola como técnico del primer equipo en 2008.
Epílogo
Este ha sido mi humilde homenaje a todos los compatriotas que vistieron la zamarra blaugrana. Había pensado incluir a Villa en este post pero finalmente he decidido no hacerlo. ¿Porque soy un vago? También, pero fundamentalmente porque voy a dejar que sea él quien escriba su propia historia en este club.
Tienes varios retos por delante David, pero uno de ellos es muy bonito: ser el primer asturiano que gana la Champions como jugador del Barça, esa Champions que Julio Alberto acarició pero nunca pudo llegar a levantar. Tú puedes.
¡Visca Barça, Visca Catalunya, Puxa Asturies!
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