(Probablemente) el mejor centrocampista del mundo

Hay un nombre bastante recurrente en este blog al que todos estamos enganchados. Normalmente se usa para criticar a Xavi, denunciando por contraste lo que creemos que le falta a nuestro playmaker.



Gerrard













Para mí, sin ningún tipo de duda, el mejor centrocampista en la actualidad y quizá de esta década.

Corría el año 2003 y acababa de llegar a Irlanda, donde se sigue el fútbol británico con asiduidad, con grandes grupos de supporters fanáticos que siguen a su club con la misma pasión que el que vive en la misma ciudad.

El club más seguido tiende a ser el Liverpool, seguido de cerca por el United. En definitiva, aterricé en un piso con enfermos de esto del footie, dos Reds del 'Pool y un colgado del Arsenal.

Empezaron las peregrinaciones al bar a ver los Super-Sundays y me aficioné al futbol inglés, con esos correcalles tan entretenidos, esos "tackles" tan delicados que hacen los defensas del Everton, un tal Ronaldo haciendo la foca con el balón, "bababoom" Henry con su clase a raudales y sus hat-tricks al Wigan y el exquisito Bergkam.

En uno de estos partidos del Liverpool, una jugada se repetía con frecuencia. Robo de balón por "pit i collons" de uno de rojo, quiebro con clase para evitar la caricia, pase a banda, sigue la jugada, control de otro de rojo, pared (o jugada X de calidad) y chute o asistencia.

Evidentemente esta descripción coincide con el 90% de las jugadas que se ven en la Premiership cada partido, pero un detalle pico mi curiosidad... el tío del robo, el pase, control/pared y asistencia/disparo era EL MISMO.

Quien era ese chaval espigado, alto y con cara de skin-head que estaba en todas las jugadas de un Liverpool bastante penoso, entrenado por un Houllier que había llenado el Liverpool de franceses con poca sangre y menos talento.

Los "rojos" de mis vecinos me sacaron de dudas... Gerrard!!! "He´s fucking brilliant, forget Owen, he´s a wanker with luck" me dijó Ken entre pinta y pinta.

Efectivamente, Gerrard era EL HOMBRE.

Rápido, alto, con fuerza y clase, jugando de doble pivote, de mediocentro en la derecha, izquierda, de media punta.

Verlo jugar era (y es) un espectáculo. Todas las jugadas pasa(ba)n por él, más que por táctica, porque el siempre estaba ahí. Ofreciéndose, metiendo la pierna, corriendo, siguiendo la jugada, viendo los desmarques, chillando si hacía falta.

Decir que no tiene calidad es medir la calidad como número de croquetas y bicicletas a la temporada, porque Gerrard tiene regate, primer toque, pase y además unos chicharros desde su casa que van de fábula cuando el partido se atasca.

Es de esos jugadores que nunca lo verás hacer una "croqueta" o una cola de vaca en el centro del campo o un pase sin mirar, cierto. Pero la pelota siempre llegará a la posición más peligrosa por el camino más corto.

El "Gen Alfa"


Tiene además el gen de los campeones, esa mala leche bien canalizada que hace que sobresalga cuando las cosas se ponen más putas, o cuando hay que dar patadas y correr más que nadie.


Compromiso? Sí, pero también ambición.

Competitivo y con hambre de títulos, estuvo a punto de dejar el Liverpool por el Chelsea en el 2004 por la falta de competitividad del equipo para disputar títulos (y por pasta también, cierto), pero desde que firmará el nuevo contrato es el santo y seña del Liverpool, con fe y compromiso propia de un profesional que además está comprometido con el equipo de toda su vida.

En fin, queda claro que tengo a Gerrard en un pedestal, mi sueño húmedo era verlo en el Barça, justo en la época en la que el Chelsea lo tenía casi atado y el Maligno se metió por medio (afortunadamente se llevaron a Owen, buen jugador que calentó el banquillo de su clon Madrileño y no a Saint Stephen, que hubiera jubilado a Zidane y alargado el Madrid Galáctico del ser superior).