La Historia
Señores. Damas y caballeros, ante ustedes, la Historia. Todavía no tiene rostro, ni sabemos que ropajes lleva encima, ni tan siquiera si es bilingüe o de acento castizo, pero se aproxima vertiginosa dispuesta a atropellar al osado que se interponga en su camino. La primera mirada que echará será en Valencia y allí decidirá parte de su aspecto. Nuestro equipo debe ayudarla en ese cometido, no es momento ahora de detenerse, ni de hacer una paradita para acudir al servicio o contemplar el paisaje, es hora de morder, apretar, revolucionar el bólido en línea recta hasta quemar el asfalto. Y así hasta el final.
A nosotros, los que estamos ansiosos, expectantes, los que queremos creer pero todavía no nos atrevemos a hacerlo, solo nos queda sentarnos y contemplar. Decidir si realmente es buena idea cambiar a Villa por Eto´o, ya que los tendremos a los dos frente a frente o ver como evoluciona Iniesta hasta convertirse en un Zidane albino. Y empujaremos también, ¿Por qué no? Jugaremos con ellos, se nos escapará la pierna, sentados en el sofá o en el bar delante de unos humeantes chipirones, a cada remate azulgrana, desearemos la victoria tanto, querremos celebrar tantas cosas que por si solas se convertirán en el primer gol.
Valencia, Mestalla, sí, difícil donde los haya. Un equipo en claro ascenso, un goleador enrachado, un pequeño jugador, Mata, que es un diablo por la izquierda, un canario deseado por la Juve, muchas piedras en el camino, pero nadie dijo que fuese fácil. El que pueda hacerlo, que reparta suerte, y que la Historia, esa que se escribe con letras de fuego, nos sea propicia.