IN MEMORIAM. ¿Quien despediría a Michael Jordan?
Samuel Eto'o Fils (2004-2009)
Has marcado 130 goles. Eres el tercer máximo goleador en la historia del club. Has marcado el gol decisivo en dos finales de Champions. En los años en los que tú has estado sano se han ganado 3 ligas y 2 orejudas. Has logrado recuperar tu mejor nivel tras sufrir dos lesiones graves. Has logrado chaparles la boca a los que te querían echar del club y encima les has agradecido nosesabeque durante la celebración del triplete… ¿y que pasa? Te escupen. Te echan. No quieren saber nada más de ti. Primero te venden como un pesetero y después anuncian en rueda de prensa que no te quieren por una cuestión de “feeling”. Lo curioso es que no llevas tatuajes, ni piercings, eres negro pero corres como un blanco, has hecho una temporada de cojones y no se te conocen grandes movidas.
Paul Giamatti, Stewie Griffin, el escote de Pilar Calvo, Los Pixies, John Cassavetes, Juanjo Sáez, los Kinder sorpresa, Manos de topo, Risto Mejide, Coto Matamoros y Samuel Eto’o. ¿Qué significar ser chachi? Depende de cada uno. Es plenamente subjetivo. Los elementos que menciono ahí arriba son, a mi modo de ver, una representación de lo chachi, de lo molón. Por supuesto que habrá cosas que me molen más, pero éstas son algunas de mis debilidades; a veces pueden ser indefendibles, irritantes, y, por supuesto, pueden generar amores (pasionales) y odios (justificados), pero definitivamente son de los míos. Influencia de la salvaje campaña de los imbéciles (Fonsi Arús y Santi Nolla), de estilo primario o de carácter antipático del menda, Samuel Eto’o nunca ha creado unanimidad en la culerada. Se ha visto estos días: hay gente, minoría, que le tiene una rabia casi irracional. Te dirán que cualquier delantero se hubiera hinchado en este equipo, que marcó en las finales pero que no lo hizo en las semifinales de nosesabecuando, que sus controles no molan, que su terrible Vilafrancazo mandó a Rijkaard al Galatasaray y a Ronaldinho al alcoholismo, que bah, lo más memorable que ha hecho fue petarle el cacas a Mireia Canalda en su momento. Cuando Zlatan saque la chistera saldrán como gatas en celo comparando controles, goles, gestos. “Veis como Eto’o era un matao, no había para tanto”, dirán. Leeremos al Sindic del Yoya, escucharemos a Jordi Costa, huiremos de Astruells. Pero la HISTORIA no se entierra, queda ahí, en su sitio. Y una pregunta: ¿a lo no chachi le puede gustar lo chachi?
Citando al gran Sergi Pàmies, “Samu le ha dado al Barça lo que no tenía: megalomanía competitiva, egoísmo solucionador cuando el colectivo se escaqueaba solidariamente, listón ejemplarizante en la presión y una rabia contra sus críticos y los que no confiaron en él que le ha dado alas”. Efectivamente. Un goleador excepcional, el perfil de jugador que siempre nos ha faltado, súper eficaz cuando tocaba, para abrir la lata a la primera o decidir en las grandes ocasiones, y fallón cuando el resultado ya no peligraba. Ese ha sido Eto’o, un solucionador. Un tío que sabía hacer tres cosas, pero joder cómo las hacía. Con poco vuelo, sin ninguna estética, pero casi siempre decisivo. Mucho mejor en el recorte, el desmarque y el regate en seco que en la definición y el pase. En la era Rijkaard fue más determinante que Ronaldinho. Aquello era una brutalidad. Después se lesionó, estuvo dos años marcando churrigoles para acabar volviendo por sus fueros esta temporada. Ya no era el Eto’o extraterrestre de antaño, pero su rendimiento ha sido excelente, como lo será en el Inter. Ha marcado goles a las duras y a las maduras. En el mejor Barça de la historia ha marcado 30 goles en 35 partidos; en el peor, o casi, 16 en 18 partidos. Vaya, en las dos últimas temporadas, 46 en 53 partidos de liga. Este huye de la gaseosa.
Dicho esto: escribo en plan trascendental para atrapar al lector, pero yo he vivido la salida de Eto’o con una indiferencia importante. Lo he dicho más de una vez: las estrellas extranjeras deben cumplir ciclos de 4-5 años, no más. ¿Qué Eto’o podía seguir? Pues sí. Pero si se va y llega otro su nivel, perfecto. La maquina está engrasada y el que llega no tiene techo. Zlatan Ibrahimovic es excepcional, su progresión en los últimos tres años ha sido una de las más espectaculares que recuerdo: ha pasado de ser el líder del club de las bailarinas jubiladas sin gol –Berbatov, Kluivert, Montserrat Carulla- a convertirse en un delantero perfecto, talentoso, al fin goleador, probablemente el mejor del curso pasado. Con el Tito Mou, vaya qué casualidad, ya ha dado lo mejor de sí, llega en la edad perfecta y, vamos, no se puede esperar otra cosa que recital tras recital.
Otra cosa son los peros, que los hay, aunque no es el momento. No, qué coño, claro que es el momento. El fichaje es faraónico, descomunal, un disparate, una operación de 100 millones de euros por un jugador de 28 años. El sueco se va a salir en su primera temporada, yo estoy muy ilusionado, pero ha firmado por cinco. No dudamos del fichajazo que hemos hecho, sólo ponemos en el tapete el coste, la rendibilidad del fichaje a largo plazo y el trato dado a Eto’o en su salida. Y luego… un momento, inciso: si eres Ramón Besa y estás leyendo esto, ¡WARNING GUARDIOLA ATTACK! Vale. Las formas han sido lamentables. Lo del feeling es un mcguffin de chico listo, pero no cuela. Resulta ridículo leer a Marcos López, el bueno, diciendo que el vestuario necesitaba aire fresco, cuando hasta mi abuela sabe que Ibrahimovic tiene un potencial de tarado superior al de Eto’o. Una salida tan extraña bien merecía una explicación de verdad, aunque nuestra teoría siempre fue que se lo iban a cepillar hiciera lo que hiciera. Renovar a Eto’o significaba bajarse los pantalones y reconocer una cagada brutal. A su vez, sorprende que en ningún momento Guardiola le haya dicho nada a Eto’o, face to face. Se ha escondido en todo momento. A saber qué cosas le dijo durante la temporada. Curiosamente, sí se comunicó más de una, dos, tres veces con David Villa, que al final no vendrá. Guardiola, que se está quedando calvo, no puede tener inmunidad para hacer lo que le dé la gana. La nariz de Pep también le dijo que había que descartar a Eto’o antes del triplete, que había que fichar a Hleb y Cáceres, que ir con Bassat era una apuesta ganadora, que Lillo, Riera y Luque podían ser piezas angulares para el proyecto del judio, que hacer un documental sobre Zapatero podía tener su interés y paro ya porque podría hacer chistes sobre dopaje al más puro estilo Fora Guardiola. Como socio del Barça reclamo mi derecho a criticar todo lo que me dé la gana. Aqui no hay intocables. Y si Guardiola, que me parece el entrenador perfecto para el Barça, hace cosas que no me gustan, lo digo. También se puede equivocar y, joder, está en el derecho de hacerlo. Pero con Eto'o, nuevo clásico del barcelonismo, ha jugado sucio.
Se va uno de los nuestros. He sido un defensor de Eto'o desde un buen inicio y el tiempo me ha dado la razón. Un aplauso para mi.
Positifo: Que los de MD ya lleven 10 portadas dedicadas a Zlatan Ibrahimovic. Las mismas que a Eto’o en 5 años.
Negatifo: El anti Laportismo está viviendo momentos muy duros. Tocaron el cielo con la moción y, un año después, se encuentran con un triplete, el acierto de fichar a Guardiola y el fichaje galáctico de Ibrahimovic. Se les ve rabiosos y temo que, en año electoral, puede salpicar muchísima mierda por los dos lados. Cuidadín.
P.D. Sí, amigas el título del post es un homenaje del clan patatabravero, un guiño a Bañeroff. Algunos títulos descartados han sido: “¿Que ha hecho Samu para merecer esto?”, “Homicidio en primer grado”, o “Tito, ¿por qué no lo evitaste?”.