El Dia D sub 1
Mi cuerpo está experimentando cambios fisiológicos difíciles de explicar sin acudir al esoterismo: duermo fatal desde hace una semana, me muestro en grado sumo disipada en lo laboral, y ausente y dubitativa en la vida civil. Me dan tembleques, babeo, tropiezo sin mediar obstáculo, parezco no tener ni idea de en que mes estamos, y me meto objetos extraños e innecesarios en los bolsillos. Además, y sin motivo aparente dadas las dóciles temperaturas que barnizan la ciudad que lleva el nombre de nuestro club, me sudan las axilas como si viniera de correr once maratones.
No soy persona religiosa y gusto de hacer mofa de aquellos que creen en entes superiores y tal. A pesar de ello, mi fe florece con inusitada fiereza de manera galopante en momentos muy concretos: haciendo el taxi antes de despegar con un avión, y cuando tengo a algún ser querido en el hospital.
Además de lo anterior, y de manera coyunturalísima, mi religiosidad revive en momentos concretos ligados a lo balompédico, pero no siempre. Tuve una fase muy religiosa en 2006 (ahí está mi blog durante esa convulsa primavera para así testificar a mi favor) que tras coronar, desapareció. No tuve pensamientos divinos ni con el Liverpool en la 07, ni con el ManU hace un año.
Pero ahora, de forma repentinísima, estoy de un devoto que casi abogo por ni tocármela. Noto que el Todopoderoso, el Ángel de ángeles, el Sumo Creador, está a mi lado. A nuestro lado. Y me está pidiendo, sobretodo, que crea. Porqué cabrones, nos estamos jugando las garrofas con la peor escoria habida y por haber: un hatajo estibadores alcohólicos y El Mal en persona, casi ná.
Es por ello, me cago en Dios, que os pido un esfuerzo de fe. No demos por delusional lo que la humanidad no ha sabido entender. Hay alguien ahí, vive Tito Vilanova, y hay que saber escucharle. Hoy, amigos mios, al igual que este venidero Sábado, hay que recogerse, arrodillarse y con diecinueve cojones hablar con el creador y presentarle un pliego de demandas austero pero preciso. Sólo con su ayuda podremos sobrevenir y prevalecer en este trance, en el albor del Juicio Final.
Y no os toméis a coña el post, maricones. Hoy, cuando estén los recogepelotas ondeando la lona de las estrellitas, procuráos un momento de recogimiento y hablad con Él, con nuestro Señor Jesucristo de Nazaret, que sé que nos tiene ubicados a su derecha. No escatiméis la ocasión para acercaros a Cristo Rey y, por ende, a la gloria mayúscula que el destino ha tenido a bien entregarnos.
Y cuando lo hagáis, creed. Creed de verdad, sin reservas, sin fisuras, sin dudas. Creed.
TOTS UNITS FEM FORÇA.