El momento M
Como el dia D o la hora H.
Ha llegado el momento.
Y no, no es sólo el momento clave de la temporada donde se despejarán todas las incognitas y blah-blah-blah.
No.
Se trata de uno de los momentos clave de nuestras vidas. Así de sencillo.
Sin duda el primer beso, el primer polvo -si hubiérelo as of yet*-, la primera galleta en coche, la primera clencha son momentos impermeables al alzheimer y quedan imbuidos sine die en la memoria del individuo, asín como la primera ida de putas o el primer entierro de un amigo. Son momentos imperecederos, esculpidos con saña en nuestra alma como pocos otros.
Ahora, amigas, estamos mirando de frente a uno de esos momentos. Podemos certificar via palmarés y sala de trofeos la más gloriosa temporada de nuestras vidas o quedarnos para siempre con un resquemor amargo que difícilmente superaremos.
Pueden pasar a la historia estos meses de Abril y Mayo del 2009 como el más legendario periodo de nuestras vidas, el zénit de nuestra existencia, el culmen de nuestro errático devenir, o pueden por el contrario convertirse en un episodio dolorosísimo que contemos a nuestros nietos apretando los puños con los ojos humedecidos por lo cerca que estuvimos pero al final no lo logramos.
Sí, es un momento CAPITAL en nuestras vidas, las de todos nosotros. Nos jugamos la vida, el orgullo, el escudo de armas de la família, nos lo jugamos TODO en cada córner tonto, en cada bola dividida, en cada choque, en cada rechace. Y es por ello que pido moderación salarial, apoyo incondicional, valentía, arrojo, y unidireccionalidad rematoria.
Ahora, cabrones, podemos tocar el cielo de una manera iniciática, espiritual, sobrenatural, extática... ha llegado el momento M.
El momento que recordemos en nuestro lecho de muerte en primer lugar, mucho antes que el nacimiento de nuestro primer hijo o nuestra boda.
Es, amigos, uno de los momentos pinaculares de nuestras vidas. Disfrutádlo los que podáis y rezad conmigo el resto.
Valor i sort.
(*): De pago no vale, sabido es.