Rómulo y Remo Remando a Roma para Rematar a la Ronalda
Ya, habilísimo juego de palabros, lo sé.
El 27 de mayo es el centésimo cuadragésimo séptimo (147.º) día del año del calendario gregoriano, y el 148.º en los años bisiestos. Quedan 218 días para finalizar el año, quizá menos.
El dia en que nació Vicente Calderón (padre del Doctor Cabeza), Henry Kissinger (asesino en serie) o en el que se estrenó la guillotina. Ana Belén y Paul Gascoigne nacieron también en tan señalada fecha, y ese mismo dia morirá Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro.
Me consta que estáis todas en ascuas esperando mi dictámen pericial sobre el lateral izquierdo o la configuración final de la medular. La sequía informativa de estas fechas no os deja otra que encomendaros a mi lassez faire para sacar el entrellado al rompecabezas alineatorio del noi de Santpedor y Tito Vilafranca.
Pues bien: me la envaina.
Estoy harto de hablar del partido, harto de Roma, harto del Coliseo, de los absurdos anuncios de TV3, de la cancioncilla del Crackòvia y de las pichatertúlias con Carol.
Lo que tengo que decir es sencillo: el ManU está en deuda con la historia -que no al revés-.
Ganaron una Copa de Europa el año de Maroto -no entro a evaluar partidos disputados por amateurs beodos con linieres con un calcetín de cada color-, otra en el Camp Nou que tenían perdida nítidamente en el minuto '89, y otra más el año pasado que tenían perdida también en el quinto penalty.
A chorra e injustíca nadie les supera -no hablaremos hoy del Innombrable, ¿verdad?- por lo cual estimo que el órden de las cosas, el Quantum Leap del que nos hablaba Platón, deberá cumplirse el dia de Nuestro Señor de mañana. Ni tévezes, ni ronaldas, ni vidics ni pollas: mañana palman porqué ya les toca, y a Dios pongo por testigo que así será.
Poco más que añadir: las horas que nos envestirán en los venidero serán cansinas, no exentas de complejidades e imprecisión intelectual, y presididas por la osmosis. Colguemos las banderas del balcón y encomendémonos al Rey de Reyes, al Sumo Creador, a Dios Todopoderoso, una vez más.