¿Y ahora qué, Txiki?

Tras los deslumbrantes fichajes del Barça durante este verano, fichajes celebrados y aplaudidos unánimemente por el barcelonismo (y que no nos embauquen: si hay críticas es para que la secretaria técnica no caiga en el pecado de la autocomplacencia), la pregunta que toca es: ¿y ahora qué, Txiki?

La plantilla sigue necesitando los refuerzos que Pep exige, ya sea por nombres o posición. Y en esto toca dar el callo hasta el límite del plazo de fichajes, aunque signifique quedarse sin vacaciones en agosto: ya tendrás luego 10 meses para resarcirte y hartarte del putts hasta el sopor.

Y en la voluntad de servicio barcelonista que caracteriza al Yoya, te damos, consensuados por la gorra, los nombres para que hagas de Pep el hombre más feliz del mundo: Mascherano y Arshavin. No, no arrugues la frente, no tuerzas el gesto: junto a los grandes Maxwell e Ibrahimovic y el maravilloso Keirrison, ese hombre argentino viril y racial y esa cabra loca rusa son los hombres. Y tú lo sabes.

¿Que no hay pasta ni huevos para ficharlos, dices? Mentira. Somos el Barça y La Caixa (parlem?) necesita un golpe de efecto público en su ayuda al Club tras la mancha que ha significado para la entidad su ayuda a Florentino para hacerse con fichajes galácticos. Ayer hablando con mi cajero (humano) habitual, me comentaba la de catalans emprenyats que habían sacado sus ahorros, fielmente guardados tras años de esfuerzo, sudor, alguna que otra lágrima derramada y vacaciones sacrificadas en un hotel de Mallorca de 2 estrellas, tras desvelarse públicamente el apoyo financiero de la entidad al enemigo común e imperialista vestido de blanco. Que luego Fainé dijera que no, que ellos no financiaron al Madrid, es lo de menos: en el imaginario culé, el mal, la traición, la insidia, están hechos. Y toca esperar el retorno, la compensación, por el Barça, por Catalunya.

Por tanto, a reventar la caja y pagar el gust i les ganas por esos dos jugones que lo valen y que, con su incorporación, harían del Barça una plantilla imparable. ¡Ni la baja de Hleb se notaría! El humo galáctico del Madrid se desvanecería y los retortijones mesetarios apretarían cuando vieran a esos dos cracks dando sus primeros toques de balón junto a sus nuevos compañeros y bajo las órdenes del gurú y mejor amante que es Pep.

Como dice mi vecino granollerenc, un hacker que utiliza la vendetta cuando, sistemáticamente, es despedido de sus empleos por su habitual dejadez en el desempeño de sus funciones, por lo que me queda en el convento, me cago dentro. Que también es aplicable a Laporta, claro. Sabéis que con una plantilla de relumbrón, optáis a las máximas cuotas de triunfos. Y con nuevos títulos en las vitrinas del Museu José Luis Núñez (por cierto, es un clamor en el barcelonismo: cambio de nombre del museo, a partir de ahora Museu Samuel Eto’o Fils) la reelección de una candidatura continuista está más que asegurada. ¿O queréis darle la presidencia en plata al alevoso de Rosell para que nos traiga a los mediocres de Luis Fabiano y Cesc?

Txiki, escucha al Yoya: ya eres un grande entre los secretarios técnicos (más que Parera y un poco por encima de Monchi), pero si quieres trascender y convertirte en mito, tienes dos opciones: o morir joven en acto de servicio o traerte a Mascherano y Arshavin. Tú decides tu ascenso a la gloria.

Nosotros, el Yoya, lo tenemos claro: no nos gustaría ser plañideras partícipes de un funeral multitudinario (que ni los más viejos del lugar recordarían) por las calles de Barcelona ni menos aún que los Gossos, Beth i la Elèctrica Dharma actuaran en un Camp Nou lleno en tu concierto homenaje.