La no crónica
La diferencia entre dos equipos pasa por que ambos coincidan el mismo fin de semana en Euskadi. Pero mientras unos son testigos de excepción de la irrefrenable vejez de Mikel Erentxun, otros fueron a disputar la ida de un título que no cuenta en los balances finales de los ciclos pero que sirve de perfecta arma arrojadiza si se pierde.
Poco puedo contar ya que el partido lo tuve que (mal) ver desde la web de TVE mientras me ganaba el sustento, pero sí puedo decir que me encontré al principio un equipo que jugaba de memoria, un Bojan que sí pero que no, un Pedro que volvía a ser Pedrito, un Abidal que me hizo pensar que su no coparticipación en la final de Roma fue clave para que la pudiéramos ganar, pero por encima de todo la sensación y tranquilidad de ver que nada había cambiado de mayo a agosto, y si algo ha de suceder, será para mejor.
Sí, hubo un bache, pero después de este la remontada, que te sacia, te sube para arriba e incluso te entran ganas de fornicar. Xavi a mandar, Pedrito que volvió a ser Pedro y luego Pedrón, Alves que ahora tiene las orejas pegadas y se cree más guapo que nadie, atreviéndose a dar hostias a todo el que se le cruce y a enseñarle a Dunga quien es él y que él sólo hay uno.
Y para casa que aún queda feina. En los despachos porque un dulce no amarga a nadie y en el campo, que los bajones no nos pueden durar treinta minutos, aunque al final la cosa acabe bien.
Por cierto, fácilmente me pedía un Luis Suárez. Gol TV me ha dicho este fin de semana que sí.
Y hasta aquí puedo contar, amigos y vecinos. Digo gracias.
LA GALLINA TIENE PIEL: Y el miércoles, por fin Ibra.
SI ME GUSTA TRAFAJAR ES QUE ESTOY ENFERMO: Ya va siendo hora de que los no canteranos empiecen a meter goles.