El pleno al 8 de Laporta

No soy Laportista. Ni tan siquiera le voté en 2003. Como dijo el filósofo, no le dejaría las llaves de casa para que me regara las plantas cuando estuviera de vacaciones. Ni tan siquiera me tira su independentismo fanático. Y, digámoslo ya, tiene algún amigo detestable (Joel Joan, Salvador Sostres) y un mal gusto por las mujeres sólo superado por el de Pep Guardiola con la música.
Digamos que a Laporta no le invitaría a cenar... pero ha sabido implantar un modelo que nos ha llevado a ser los mejores del mundo.

Dicho esto, me pregunto qué debe hacer Alfons Arús por las tardes. Me lo imagino montando tertulias en su casa, con sus hijos y Juanjo Castillo. Ya es casualidad que el año pasado se ganara el triplete sin un Rondo, sin un Força Barça. Sí, es mucha casualidad que el entorno estuviera más calmado que nunca, a pesar de venir de la moción de Giralt. ¿De qué hubiera rajado, Fonsi? Probablemente hubiera ridiculizado a Hleb y poco más. Mejor para él, pues. Que siga con Arucitys, quizás el mejor programa de la televisión actual, y mejor que no toque el tema Barça, que ya se estaba quemando. Que tener como grandes dianas a Johan Cruyff y Samuel Eto’o le ha dejado para siempre como un ignorante futbolístico, como un follonero que dice que es del Barça y lo único que quiere es hacer share metiéndose con sus enemigos dentro y fuera del club.

En fin… hablo de Arús por las campañas. El otro día me dijeron que estaba demasiado influido por mi odio a los medios, al entorno, al patético mundillo periodístico que rodea al Barça. Sí, es posible que no me metiera con Guardiola si no existiera el frikiguardiolismo. No me caería tan mal Sandro Rosell si no hubiera una permanente limpieza de bajos al tontito de Sao Paulo. Ni me parecería tan buen delantero Eto’o sin la campaña que existió en su contra. ¿Y Laporta? Vayamos al tema.
La campaña anti Laporta existe desde diferentes ámbitos, aunque él mismo se la ha buscado. El problema aquí es cuando se antepone la imagen del presidente –claramente mejorable- al proyecto futbolístico –claramente inmejorable-. Creo que aquí hay un malentendido. Lo primero es el equipo, el funcionamiento del proyecto deportivo, lo que vemos cada domingo. Todo lo demás en secundario. Y luego es cuando un Miguel Rico, un Xavi Bosch, un quien sea que apesta a información falseada u opinión extremadamente parcial, te vende que en la primera etapa fue Rosell el artífice de los éxitos y ahora Guardiola. Es decir, que Laporta no pinta nada aquí. Es simplemente un presidente maleducado, violento y tramposo, que ha tenido la suerte de encontrarse a tal y a cual. Es este un mensaje basura extendido por el entorno casposo que tenemos.

Pero… ¿qué me estáis contando? Laporta es presidente y lo hace de la mano de los consejos de Johan Cruyff, figura indiscutible en la historia del club e ideólogo del gran Barça del Dream Team, del de Rijkaard y también del actual. De los mejores que hemos tenido. 20 años de estilo, filosofía, de modelo, de saber a que jugamos, de ganar jugando bien (ahora con negritos comeniños y equilibrio, la repera!)… que es lo que piden a gritos los aficionados del Madrid, del Inter, de cualquier equipo. Buen comienzo para Laporta. Definir el modelo, apostar fuerte por él tras el Gasparato, y aplicarlo delegando. Los deberes están hechos: un secretario técnico, un entrenador, una buena gestión económica, todo en su sitio.
Volvamos atrás. Han pasado unos días de la final de París y mi tío, una enciclopedia culé, me confiesa que nunca ha visto una tripleta de jugadores como Ronaldinho, Deco y Eto’o. “No verás nada igual, asúmelo”. El otro día le mandé un SMS: “Creo que Iniesta, Messi e Ibra son mejores que los que teníamos en París, ¿no?”. Me contestó: “si añades a Xavi, sí, sin duda”. Probablemente la gente no es consciente de los equipazos que nos ha dado el Laportinato. Lo de Rijkaard era tremendo: tres cracks mundiales en su posición, jóvenes promesas como Messi e Iniesta y un puñado de jugadores de clase media excelentes. Lo de ahora es de traca: Alves, Ibra, Messi, Iniesta, Xavi, Piqué y Touré son, sin duda, los mejores del mundo en su posición. Y esperate que tienes también a Puyol, Valdés, Abidal, Henry, Keita, Marquez. Tengo 23 años pero nunca había visto tan calidad en un equipo, jugadores tan buenos, siempre sabiendo a lo que juegan. Mirad un partido del Inter, del Milan, del Liverpool, del Manchester y comparad. Decidme que os parecen Lucas Leiva, Fletcher, Cambiasso o Gattuso, y a que mierda juegan esos equipos (nota: esto no es una critica a Mourinho, el mejor entrenador de los últimos 10 años, con diferencia)

Está claro que sería imposible todo esto sin la generación de cantera brutal que hemos tenido, pero también lo sería sin dar con la tecla del entrenador y de los grandes fichajes. Pues bien, da la casualidad que con Laporta en el mandato se ha hecho un 8 de 8: Rijkaard, Guardiola, Ronaldinho, Deco, Eto’o, Henry, Alves e Ibrahimovic. Que si uno lo negoció Rosell, que si otro lo trajo Txiki, que si otro lo pidió Guardiola, que si el padrino Murtra aconsejó fichar a este –¡de locos! mi abuelo me aconsejó en el 2007 que me tirara a la vecina de la quinto. Todo el mérito para él, pues-. ¿Y quien elige a Rosell, Txiki y Guardiola? ¿Cómo y por qué están estos en club? ¿Y finalmente quien decide apostar, firmar estos fichajes? Joan Laporta. Yo creo que no se ha visto nada igual. ¿Habéis visto la lista? Acojonante. 8 de 8. Digamos que con Laporta en la presidencia se fichó al mejor lateral derecho de la historia del club, posiblemente al mejor entrenador, a dos de los mejores delanteros centros que vamos a tener nunca, a un superclase en el centro del campo, y a un jugador que podía haber sido el mejor de la historia (con el permiso de Leo). Y, luego, los tan criticados Rijkaard y Henry. El primero, nos gustará más o menos, pero lo hizo muy bien en sus primeros años (ojo, con Ten Cate). El segundo sólo por el añazo del triplete que se cascó ya debería de ser leyenda de este club. ¡Eh! Y todos estos sólo un fichaje carísimo, a lo Florentino: el de Ibra. Y repito: respetando siempre el modelo. Y viniendo de jugar la UEFA con Saviola como estrella. ¿Qué hubo dos años malos? Sí, pero es que si fueran buenos…

El problema es cuando a Laporta se le restan estos acojonantes méritos y sólo se menciona todo lo malo, que lo hay. Personalmente, no sería deseable tener otro Laporta de presidente, un tipo que miente a la asamblea, pone espías, hace chanchullos para vender al Mallorca, se pelea con todo Cristo dentro y fuera del club… No, mejor no. Lo ideal sería alguien que repita el Laporta futbolístico (títulos, juego, modelo, jugadorazos, el mejor Barça de la historia) y mejore el que representa la institución. Pero si no va a cumplir lo primero… qué diablos, me pido otro Laporta para 2010: para lo bueno y para lo malo.

Gallina de piel: La dulce segunda juventud de Carles Puyol.

Tres hay que seguir trabajando:
1) Que Henry no tenga la red protectora en la prensa… que si tienen otros jugadores.
2) Lo sospechoso que resulta que Ramón Besa y Marti Perarnau, que ya sabemos de que pie cojean, investiguen y saquen los presuntos negocios de Sala Martin y Oliver.
3) Santi Padró. Déjalo ya, por favor.