Metropolitan Blues
Aquellos que deseábamos o imaginábamos el derbi como una vendetta a los pericos en forma de tunda por afrentas recientes, tendremos que esperar, una temporada más. Se resisten, los jodidos. El Español no salió humillado del Camp Nou sino todo lo contrario. Su segunda mitad de partido, en la que se permitieron el lujo de subirse a las barbas del Barça - nefasto en este periodo de tiempo -, les refuerza en lo anímico aun la derrota, justificada ésta por el villarato. Por suerte, contra el Almería volverán a las andadas del seísmo y del efecto Barça sólo quedará humo difuminado.
¿Qué decir del partido de Barça? Pues que no estuvo a la altura de lo exigible y que permitió a su rival sentirse cómodo sobre el terreno de juego. Los primera mitad mejor, sí, por ocasiones - allí se pudo decidir el partido a favor del Barça - y por ráfagas de talento descomunal de Ibrahimovic, pero no por intimidación y rodillo de juego blaugrana. Fue una primera mitad sin ritmo y en el que el Barça nunca pudo imponer su juego, su velocidad, su identidad. La segunda parte fue a peor, porqué la descomposición blaugrana fue mayor y el Español, regenerado por los cambios de Pochettino, mucho mejor. Aún así, ni hubo ocasiones y sí el consabido juego duro con sus consiguientes interrupciones de juego y pérdidas de ritmo ya habituales en los derbis recientes. Resultado: un drama de 45 minutos que el Barça sufrió en carnes y que, pragmático como nunca, decidió aguantar el resultado hasta el pitido final. Y al final valió el trallazo de Ibrahimovic de penalti, pongamos, dudoso. El reglamento arbitral debería ser más explícito sobre qué agarrones dentro del área merecen ser penalti o no, porqué dejarlos al libre albedrío del sentido común de los trencillas tiene sus peligros. E Iturralde es riesgo máximo.
Resumiendo, y en modo botella medio llena, otra victoria más y tres puntos que siguen consolidando al Barça en el liderato. Pero sensaciones incómodas tras el partido y ante el periplo en pos del Mundialito que le espera al Barça para coronar la temporada más histórica del Club habida y por haber. Decía Guardiola en rueda de prensa que el equipo tenía mucha tralla encima y que sabía que iban a sufrir contra el Español, que necesitaban el parón navideño como agua de mayo. ¿Llega el Barça a Abu Dhabi en buenas condiciones físicas y mentales? Y otra, en referencia a Ibrahomovic, justificando su sustitución en que lo iban a expulsar y que vio cosas que no le gustaron. Ay. En un partido triste y sin historia, de nuevo el derbi deja sus secuelas en el Barça, siendo éste el gran triunfo del españolismo. En clave barcelonista, una muesca irrelevante dentro del futuro cómputo de logros al final de temporada pero otra más a añadir en la lista de cuentas pendientes a resarcir ante el antiguo otro equipo de la ciudad y ahora metropolitano.