RECURSOS HUMANOS

Si la plantilla la gestionaran los aficionados, en cuatro días estábamos en segunda.

Piqué es un culogordo y un deshecho del ManU. Puyol está acabado. Valdés sale a valdesina por intervención. Alves no es el del Sevilla. Abidal es Amunike disfrazado. Xavi, ¡qué os voy a contar del tontito de Terrassa! Guddy, bacallá, vuélvete pallá. Iniesta tiene horchata en las venas y no es decisivo. Eto’o... ¡quién tuviera a Adebayor, Progrebniak, Pollochenko Schulzwesteiger o como diablos se llamen! Bojan cesión ya. Pedrito... por favor, ¡con ese nombre! Hleb, el enésimo paquete que nos cuelan los gunners. Henry, el n-1ésimo. Incluso creo haber soñado que alguien quería cambiar a Messi por el Kun.

Por fortuna, la plantilla no la gestiona el aficionado, sino un tipo inteligente: nuestro ex-becario favorito, Josep Guardiola, aka Pek.

Pep Guardiola está aplicando de manera estupenda una filosofía similar a la clásica roosveltiana: “serán unos hijos de puta, pero son nuestros hijos de puta”.

En nuestro caso, “serán unos paquetes, pero son nuestros paquetes... y con ellos vamos a intentar ganar los títulos de esta temporada”.

Pep está aplicando una política exquisita de rotaciones orientada a mantenimiento, incremento o recuperación de confianza (según los casos y necesidades de cada jugador), que hace que todos se sientan útiles e importantes, porque tarde o temprano, a todos los vamos a necesitar.

Recordemos como muestra el caso de Abidal el día del Racing en casa: encadenando errores y silbado por el público. Había que hacer un cambio en defensa. ¿A quién sustituyó Pep? Pues no a Abidal, sino al impecable capitán Puyol.

Chapeau. ¿Qué necesidad tienes de escarnecer y hundir moralmente a uno de los tuyos? Y más con toooda la liga por delante.

Se me ocurren muchos más ejemplos (la gestión de Hleb, de Henry, de Guddy) pero tampoco hay que alargar esto. Creo que es suficiente con dejar clara la idea: Pep está actuando como un director inteligente, como un perfecto gestor de recursos humanos.

Sabe que los objetivos no se alcanzan destruyendo a tu gente, sino potenciándola.

También sabe que los objetivos se alcanzan con la gente que tienes, y no con la que no tienes.

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Gallina de piel: El entrenador

Hay que sejir trafajando: El que se encarga de que tengamos lo que tenemos y no tengamos lo que no tenemos.