R-evolucionar el fútbol

Muchos aficionados al fútbol se enrocan cuando oyen hablar de posibles cambios en el reglamento. ¡Como si hubiese sido cincelado en dos tablas de piedra por Moisés en el monte de Montjuïch! O quizás por miedo a que el fútbol pueda acabar pareciéndose más al curling que al football inventado por los ingleses y normalizado en 1863 por iniciativa de Ebenezer Cobb Morley.

No encuentro argumentos, ni prácticos ni sentimentales, para esquivar variaciones que mejoren el futbol actual y lo hagan más atractivo. Se trata de retocar detalles, evitando variar la esencia.

Y precisamente hoy, cuando ya tenía escrito este post, ha salido la noticia de que Blatter quiere aprobar una serie de cambios que, en mi opinión, van en contra de lo que yo propongo:

a) Que el juego sea más dinámico y atractivo. ¿Entra en el precio de la entrada ver a los jugadores perder tiempo al poner el balón en movimiento o al ser sustituidos? ¿Vale la pena pagar el abono por ver teatro del bueno cuando sufren ‘lipotimias’ o se tiran al suelo por una patadita y se quejan como si les hubiesen arrancado la cabeza a su muñeca favorita, perdiendo valiosos minutos?

No, cada segundo de fútbol profesional es demasiado caro para todo esto. Por no hablar de lo que daña a la imagen del fútbol frente a otros deportes más nobles.

b) Potenciar el respeto al árbitro, haciendo más fáciles algunas de sus decisiones e inútiles las quejas. Puede parecer una figura odiosa, parcial y prepotente. Pero sin él no se podría jugar. Hagámosle las cosas más fáciles para que cometa menos errores.

c) Hacer el juego más justo para todos y de paso enterrar teorías como la del cansino ‘Villarato’.

Pero hacerlo no es fácil. El reglamento viene definido por la International Football Association Board, organismo integrado por la FIFA y las cuatro asociaciones del Reino Unido. Para aprobarse una modificación al mismo se deben tener por lo menos los votos de la FIFA y de 2 de las 4 asociaciones británicas. Eso supone un handicap añadido a la dificultad de cambiarlo, pues no es igual el fútbol que se ve en U.K. que el que vemos en la Liga, el Calcio o en Argentina, por poner tres ejemplos. Dudo que los británicos lleguen a plantearse que hay que crear reglas para evitar las pérdidas de tiempo y otras pillerías más bien propias del futbol latino, aunque ellos no están exentos. Quizás no tomen la iniciativa, pero también les beneficiaría, y no solo en sus ligas. Ellos también se enfrentan a equipos foráneos a nivel de clubes o de selección.


Cristiano Ronaldo simulando una falta.


Para ello, lanzo las siguientes cinco propuestas. Entre paréntesis, el deporte donde ya se aplican:

1- (Balonmano) Juego pasivo: cambio de posesión del balón. No hablo de cuando un equipo prefiere tocar sin atacar o pasarla excesivamente al portero. Para ello ya modificaron el reglamento haciendo que el guardameta no pueda cogerla con las manos a pase de pie de un compañero. Me refiero a cuando un jugador tarda en poner el balón en juego. Muchas veces no les importa recibir una tarjeta con tal de arañar segundos o minutos, pero ya veríamos qué harían en caso de tener que dar el balón al contrario mediante falta indirecta desde el mismo punto.

2- (Rugby) No parar el juego cuando hay un jugador tendido en el césped. Veríais qué pocas veces permanecen en el suelo al ver que el juego continua. Si siguen inmóviles, que entren los ‘sanitarios’, sin cochecito, y que atiendan al jugador mientras sigue el juego o si es posible que lo retiren al lateral a tal efecto. En casos muy excepcionales se podría parar el partido.

3- (Rugby) Jugador que se queje insistentemente al árbitro ante una falta o un fuera de banda, etc.: el punto de saque se desplazará 10 metros en su contra. El contrario podrá sacar rápido. Fin de las quejas estilo Fernando Hierro. Dinamismo.



4- (Baloncesto, fútbol americano, rugby...) Juez de video. Un cuarto árbitro sólo para decisiones que el árbitro principal considere vitales: gol fantasma, penalti dudoso, agresión. No ralentiza el juego, está demostrado, son 10-20 segundos. Ojo, esta norma debería utilizarse con cuentagotas.

5- (Esta es mía) El jugador que va a ser sustituido saldrá del campo por el lugar más cercano al límite del terreno de juego. Que de la vuelta al campo si es necesario. Si insiste en cruzarlo, tarjeta amarilla y deberá correr para salir, si no lo hace, roja y se inhabilita el cambio.


Perdería la gracia el fútbol sin picaresca?

Son cinco modificaciones que no afectarían demasiado al sistema de juego y sí en cambio mejorarían los tres aspectos (espectacularidad, respeto al árbitro, justicia en el juego).

Igualmente, hay otras propuestas que han sonado a veces pero que yo sería contrario a aplicarlas, como son los tiempos muertos, modificar el nº de cambios o incluso sacar de banda con el pie. Esta última es una petición del mismísimo Pelé, pero creo trastornaría la esencia del fútbol 11. Se suman las de Blatter (4 cambios, descanso de 20 minutos, exclusiones temporales y 4 o 5 más intrascendentes. Pero al contrario de lo que propongo, si prosperan harán el fútbol mucho más lento).

En definitiva, los que mandan siguen con los despropósitos en vez de procurar cambiar hacia un mejor espectáculo a través de reglas que sirvan para dar más dinamismo.

Positifo: Que otro gran jugador de calabazas al R.Madrid, esta vez será Ribery. Y van... he perdido la cuenta.

Hay que seguir trafajando: El poco trato que dan nuestros medios a una grandísima competición como es el torneo 6 naciones de rugby.