La hora del Sr. Guardiola
Hay un par de estados mentales que pueden ayudar a entender, bastante bien, la etapa por la que atraviesa el FC Barcelona (equipo de fútbol). Una es "miedo a las alturas", la otra es "burnt out". El primero tiene que ver con el estado de inseguridad mental que se produce cuando, a punto de conseguir algo, el sujeto tiene dudas sobre su capacidad para lograrlo. El segundo aparece cuando, tras un esfuerzo intenso y prolongado, se tiene una sensación de fracaso anticipado. Ambas situaciones son frecuentes en deportistas de élite, y están relacionadas con el estrés derivado de la intensidad de la competición.
La competición deportiva supone una "carga de estrés" para los practicantes, por lo que supone como desafío y necesidad de superación, si se quieren conseguir metas, y la carga se incrementa de forma directamente proporcional al nivel de las metas propuestas. Al mismo tiempo, el desafío actúa como estímulo y el deportista se ve impulsado a superarse a sí mismo. Sin embargo, en los deportes de equipo existe una carga adicional, la de ajustar el esfuerzo individual a las necesidades del "juego de conjunto". Y es en este punto cuando las capacidades individuales para superar las "cargas" deben sumarse, acoplarse, fundirse... (ponga Vd. el sinónimo que prefiera) para que aparezca la "fuerza del equipo".
El papel principal del entrenador debe ser proponer una oferta de esfuerzo, desde los distintos aspectos del juego, sean éstos técnicos, tácticos, de organización, etc. que aprovechando las mejores características de cada jugador, optimice las complementariedades entre ellos, favoreciendo las sinergias, de modo que el resultado final resulte más y mejor que la suma de las individualidades por separado. Los resultados son positivos, el esquema se refuerza a si mismo y se hace mas efectivo. Resulta evidente, por lo visto hasta el momento, que el Sr. Guardiola consiguió, con nota, resolver el problema durante buena parte de la temporada, pero que, en los últimos partidos, puede que se haya roto "el juguete".
Y la explicación, en mi modesta opinión, no hay que buscarla en el estado físico de los jugadores. Sin ir mas lejos en el partido contra el O L, los jugadores del FC Barcelona estaban mucho mas enteros, físicamente, durante la 2ª parte que los franceses. Es el estado psíquico el que ha empezado a fallar. De acuerdo que son PROFESIONALES, y que deberían ser capaces de "aislarse" del entorno y "dedicarse a jugar como es su obligación". Pero resulta que son humanos, y leen/escuchan/ven lo que se escribe/dice/publica sobre ellos, y les afecta. A unos mas, y a otros menos, a unos les motiva mas, a otros les motiva menos, a unos les empuja hacia arriba (actúa como fuerza positiva o "euestrés") y les hace crecerse, y a otros les desmoraliza y los hunde (actúa como fuerza negativa o "distrés"). Y TODO EL TRABAJO REALIZADO PARA UNIFICAR Y REFORZAR SINERGIAS, se tambalea, aparecen las dudas, cada jugador, en función de sus fortalezas/flaquezas de carácter empieza a desarrollar dudas de mayor o menor cuantía, y el EQUIPO SE RESIENTE.
Y a partir de este punto, las "cargas de estrés" se incrementan de modo exponencial, porque los elementos de diversidad individual, que antes actuaban de forma sinérgica, ahora actúan de forma divisiva. Porque cada jugador que comete un "fallo" se ve afectado no sólo en "su" parte de culpa, sino en la parte proporcional que afecta a su relación con los demás compañeros. Y el esfuerzo mental y psíquico necesario para volver a la dinámica anterior es cada vez mayor, y en el momento que algún/os jugador/es fallen mas de la cuenta, o se desentiendan del grupo (hola Sres. Ronaldinho, Deco...) todo el esfuerzo del conjunto se viene abajo. Las "cargas de estrés" que actuaron al principio como elemento integrador-estimulador, se convierten ahora en factor de desintegración.
Y aquí es donde debe aparecer de nuevo la figura del entrenador, para corregir los desvíos, reafirmar los principios, diseñar alternativas, que permitan recuperar la confianza mutua, y las sinergias en el juego que permitan volver al "buen camino". Resulta esencial, en este caso, que aquellos jugadores que tengan mayor ascendencia sobre sus compañeros compartan las ideas del entrenador y "arrastren" a sus compañeros a la dinámica positiva anterior. Los buenos entrenadores de equipos de élite, lo son más por dominar estos aspectos de "control de la dinámica de grupo", que por su conocimientos, mas o menos exhaustivos, de la técnica y táctica del juego en sí.
Qué figura vamos a ver al frente del FC Barcelona a partir de ahora, la que fue capaz de cohesionar al grupo, o la que se esperaba de "novato" con mucho que aprender... Tenemos "miedo a la altura" o "burnt out". El trabajo del Sr. Guardiola en los próximos meses será decisivo, tanto en un caso como en otro.
Gashina de piel: I M P R E S I O N A N T E etapa septiembre-enero sobrepasando expectativas y batiendo récords.
Hay que sejir trafajando: Una vez que se han levantado tantas expectativas, sería muy triste que no se alcanzaran.