¡El Messi del Madrid se va! Quien fuera su mayor defensor ya lo quiere echar
Después de la agresiva campaña que lanzó el Marca para tratar de comparar a Robben con Lionel Messi, el diario madrileño retomó ayer su consuetudinario oficio de ser el gran lacayo del Florentinismo.
Aunque no hayan pasado ni dos meses desde que le colocara galones de crack, el Marca ya busca aniquilar a la bala holandesa. La caja de resonancia de Florentino --y es que los periodistas de la prensa deportiva capitalina temen perder sus puestos de trabajo por las influencias que tiene Pérez con sus patrones y las más altas esferas del poder-- prestó sus páginas para desprestigiar a Robben, justo en un momento clave en el que el equipo blanco se juega la Liga. No podía llegarle esta noticia en mejor momento al Barcelona.
Las ironías de la vida. Si hace dos años As y Marca fueron fundamentales para que el Numdrid conquistara el torneo local, este año será el mismísimo Marca el factor desestabilizante que impedirá a los de Juande seguir luchando por el título. La guerra Guti-Juande, los rumores de la llegada de Kaká, la permanente exhaltación de Raúl como gran figura del Madrid, el ostracismo injusto a Higuaín, y ahora la crucifixión de Robben, son chispas que tarde o temprano terminarán haciendo fuego. Y cada vez hay más humo.
El Barcelona debe mantenerse alejado de esto, cumpliendo como lo está haciendo con su papel. El Madrid, más pronto que tarde, pinchará. Lleva una espectacular racha de resultados, y pese a estar con la carga de solo un partido a la semana, el rigor psicológico no lo va a sostener por mucho más tiempo. Le espera su particular bache, y creo que este puede comenzar con un empate del Valladolid este domingo en el Bernabéu.
Por cierto, sé que la euforia está totalmente desatada entre los seguidores culés tras el 4-0 ante el Bayern, pero ¿no os pareció un poco osado e irrespetuoso que el Sport titulara que el equipo ya está en las semifinales de la Champions? No hace poco recuerdo algo similar, en la Copa del Rey, y el Getafe nos humilló. Somos los mejores, pero aún no hemos ganado nada así que ojo.